Y la tormenta cayó del cielo, como todas las tormentas, pero ésta, tenía un aroma nuevo. El rosal le había regalado su perfume e hizo que llovieran gotas encantadas de dulzor. Sus truenos de fuerza incontrolable descargaron alegría sobre la tierra y los hombres desprotejidos de sus corazas corrieron a buscar el amor. Cada uno amó como nunca en toda la eternidad. Una nueva era comenzaba!!
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